Monday, September 8, 2008

Pure Enough? ¿Sin Contaminación?

In English:

How pure is the water you drink? How clean are the food products you consume?

In recent months the following news item alarmed many U.S. citizens: "A vast array of pharmaceuticals -- including antibiotics, anti-convulsants, mood stabilizers and sex hormones -- have been found in the drinking water supplies of at least 41 million Americans, an Associated Press investigation shows."

Earlier this year 190,000 kilos of sunflower oil within Europe were suspected of contamination. As a result sunflower oil was temporarily removed from the shelves of Spanish grocery stores.

We all want to drink and consume pure products.

Even though we are highly concerned about our bodies, are we concerned in the same way about the input into our minds? For example, I may become defensive if labelled "puritanical," as though too much moral purity could be a demerit.

In reality such an attitude despises what the Lord Jesus Christ did for me.

Jesus Christ, who died sacrificially because of my impurity, offers me the gift of purity in my standing before God.

If my purity before God was given to me at such high cost, would I not be most ungrateful not to respond with a desire to be pure in all areas of my life?

I want to drink a glass of pure water and be assured of using uncontaminated products. Why not choose the same for my mind?

May I make wise choices in body, soul and spirit, in gratitude for purity before God, which is Christ's unmerited gift to those who trust alone in Him as Savior and Lord.

1 Corinthians 1:30 ". . . Christ made us right with God; he made us pure. . ."

En español:

¿Es pura el agua que bebes? ¿Consumes productos limpios?

Hace unos meses la siguiente noticia alarmó a muchos ciudadanos estadounidenses: "Un surtido amplio de productos farmacéuticos - incluyendo antibióticos, anticonvulsivos, antidepresivos, y hormonas sexuales - ha sido encontrado en las reservas de agua potable de por lo menos 41 millones de americanos, muestra una investigación del Associated Press".

Este año también se sospechó que 190.000 kilos de aceite de girasol europeo estaban contaminados. Como resultado por unos días quitaron de las estanterías este producto de las tiendas de comestibles en España.

Todos desesamos beber y consumir productos puros.

Aunque nos preocupan tanto de los productos para nuestros cuerpos, me pregunto si nos preocupan tanto los productos que metemos en nuestras mentes. Por ejemplo, me puedo poner a la defensiva si me llaman "una puritana", como si demasiada pureza moral fuera una falta.

En realidad tal actitud desprecia el regalo que el Señor Jesucristo ha hecho por mí.

El Señor Jesucristo, quien murió como sacrificio por mi impureza, me ofrece el regalo de la pureza en mi posición ante Dios.

Si mi pureza delante de Dios me fue dada a un precio tan alto, ¿no sería yo una ingrata si no respondiera con un deseo de ser pura en todas las áreas de mi vida?

Quiero beber un vaso de agua pura, y ser asegurada de poder usar productos sin contaminación por el bien de mi cuerpo. ¿Por qué escogería menos para mi mente?

Que sea que tome decisiones sabias para mi cuerpo, alma y espíritu, en gratitud por la pureza delante de Dios, el regalo inmerecido de parte de Cristo para los que confían plenamente en Él como Salvador y Señor.

Hebreos 1:3 "[Cristo] después de llevar a cabo la purificación de los pecados, . . ."